La Pirámide de la Luna reabre sus puertas: turistas pueden ascender nuevamente tras años de cierre

La icónica Pirámide de la Luna, situada en la Zona Arqueológica de Teotihuacán, reabrió parcialmente sus puertas al público el 19 de mayo de 2025. Desde esa fecha, los visitantes pueden ascender hasta su primer nivel. Esta reapertura se da luego de más de cuatro años de cierre, motivado tanto por la pandemia de COVID-19 como por labores de conservación llevadas a cabo por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

 

Acceso restringido para preservar el patrimonio

El INAH ha establecido que el ascenso se limite únicamente al primer cuerpo de la pirámide, con el objetivo de preservar la integridad estructural del monumento. Se exhorta a los visitantes a respetar las medidas de seguridad, utilizar calzado adecuado y abstenerse de conductas inapropiadas durante la visita.

 

Impulso al turismo local

La reapertura de la Pirámide de la Luna busca potenciar el desarrollo turístico en el Valle de Teotihuacán. Autoridades estatales y municipales, junto con el INAH, han establecido acuerdos para reactivar la economía local y fortalecer a los micro y medianos empresarios dedicados al turismo, artesanías y gastronomía.

 

Importancia histórica y descubrimientos recientes

Teotihuacán, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1987, fue una de las mayores ciudades del mundo antiguo. La Pirámide de la Luna, en particular, ha sido objeto de investigaciones que revelan su relevancia ceremonial. Entre 2017 y 2018, se descubrió un túnel simbólico bajo la pirámide, junto con evidencia de ceremonias y sacrificios humanos, subrayando su importancia en la antigua civilización teotihuacana.

 

Recomendaciones para los visitantes

El INAH recomienda que aquellas personas con problemas de salud, como presión alta o problemas cardíacos, se abstengan de ascender a la pirámide. Además, se solicita a los visitantes evitar correr, saltar o jugar en la escalinata o sobre el monumento, para garantizar la seguridad de todos y la conservación del sitio.

La reapertura de la Pirámide de la Luna representa una oportunidad para que los visitantes se reconecten con el patrimonio cultural de México, al tiempo que se promueve el desarrollo económico y turístico en la región.